domingo, 13 de julio de 2008

Más días de la vieja vida

La tentación se apareció apenas media hora después de terminar de escribir el post anterior. Apenas lo publiqué, salí de mi casa y tome una combi que me llevaría al Británico, donde visitaría a algunos amigos.


Sin embargo, cuando salieron todos del salón, regresaron de inmediato con una torta de chocolate y gaseosa de sobra. La razón: festejarle el día del maestro a nuestro querido profesor.


Al minutos volaban los platitos con trozos de torta y los vasos de fanta heladita. Me preguntaron por lo menos unas cinco veces si comería y a todas dije que no. Cuando preguntaban por qué, les respodia que acababa de abrir un nuevo blog, precisamente este, y que por ese motivo, no debería comer nada que no me deje cumplir la finalidad de este espacio, que de ahora en adelante, será de confesión.


Salí del británico con la frente en alto, admirado por mi fuerza de voluntad, sonriendo porque pensaba que si había pasado esa prueba tan temprana en mi semana de "no al pan", todo lo que viniera después, sería poco.


Gran error.


Hasta aca la historia va bien, pero la hora del almuerzo tenia que llegar.





De pronto me encontraba caminando hacia el Rey de la Hamburguesas, con otro pestañeo estaba en la fila, otro mas y pagaba la cuenta, otro mas y tenia una hamburguesa doble con queso y tocino en la boca, otro mas y decía que no comería mas en el día, otro mas y terminaba mi gaseosa, otro mas y mi fuerza de voluntad se alejaba de mí tan rapido como el tiempo que pasó hasta que termine la hamburguesa.





El resto de la semana fue igual. Debo confesar que he tragado. Mañana en la mañana iré al gimnasio y apuesto a ganador cuando digo que creo haber ganado, por lo menos, un kilo.





Fume mucho y, aunque no tome, ni siquiera fui al gimnasio, solo a una clase de spinning que ni siquiera terminé





Mañana iré al gimnasio y la recepcionista nuevamente me dirá que no este faltando al gimnasio, que si no voy no me servirá de nada.





Qué le importa, aunque en realidad tenga toda la razón.





El viernes me atragante en un Chifa buffet donde pagué 25 soles, pero comí como 50.


El sábado comí pizza, el domingo también.
Espero que esta seana pueda mantener mi promesa.
Trataré.

Ya me iré a dormir, pero de pasada a mi cuarto pasaré por la cocina.
Prometo no comer nada, solo un vaso de agua y apagar la luz.
Nada mas






5 comentarios:

Rolando Escaró dijo...

te deseo suerte con lo que te espera...

imagino que eso de comer y luego prometer no volver a hacerlo debe ser terrible

Unknown dijo...

es dificil tener fuerza de voluntad para hacer dieta. la clae está en estar concienciado de que se queire perder peso.

Y las verduritas, no te gustan? con lo ricas que están! eso y las cosas hechas la plancha te ayudarían mucho...

Ánimo!

Besos.Angie.

Unknown dijo...

quise decir la clave

CriS dijo...

Ummm espero que te armes de fuerza de voluntad y te pongas a ello, mas que nada por salud, está claro. Yo por salud empecé dieta hace muchos años, y debo decir que aunque soy de lo mas zampona, lo llevo bien, respeto la dieta y luego me hago regalitos. El cuerpo se va acostumbrando y luego él mismo pide cosas mas sanas... el mio al menos, je je

Lo peor eso, el sentimiento de culpabilidad cuando uno ha comido lo que no debía y se siente que se engaña a uno mismo...
ANIMO, se fuerte, que merece la pena.

Diego dijo...

Así que no come usted tortita de chocolate con su querido ex-teacher y después...se dedica a la gula como se dedicaron al sexo y vicio en Sodoma y Gomorra. Shame on you...but I'm confident you'll succeed my dear ex-student. Greetings!